The Fuzztones: Entrevista exclusiva

The Fuzztones 5

Cuando los grupos británicos de los sesenta, con los Beatles a la cabeza, cruzaron el charco e invadieron Estados Unidos, miles de chavales a lo largo y ancho de toda la geografía norteamericana empezaron a juntarse en los garajes de sus casas de los suburbios para intentar emular a sus ídolos. La inmensa mayoría de estas bandas no llegarían a grabar más de un par de singles en tiradas muy limitadas, pero de su apasionado empeño por recrear el sonido distorsionado de los Yardbirds y la descarada chulería de los Rolling Stones nació un sonido único que, en honor a sus improvisados locales de ensayo, daría en llamarse garage.

Casi quince años después, un joven de Pennsylvania llamado Rudi Protrudi y su banda The Fuzztones irrumpieron en la escena punk neoyorkina recuperando ese sonido y basando su repertorio en oscuras versiones de bandas que nadie recordaba, como los Sonics, The Haunted, Kenny and The Casuals o The Tropics. En pocos años surgiría toda una escena de revival que volvería a poner de actualidad el sonido garage de los sesenta, con bandas, sellos y fanzines brotando por todo el país, pero, como Protrudi se encarga de recordar cada vez que tiene la ocasión, los Fuzztones fueron los primeros. Y viéndoles sobre el escenario de Gruta ’77 el pasado 6 de mayo, todo indica que también serán los últimos, porque más de tres décadas después siguen siendo una apisonadora de rock and roll sucio, salvaje y enfermizo que evoca tiempos en los que, como recuerda el propio cantante entre tema y tema, “la gente se dedicaba a drogarse y a follar en los campos en vez de a pasarse el día pegados a sus teléfonos móviles”.

Tras el concierto entramos al camerino para charlar con el icónico Protrudi y nos sorprende que, pese a su fama de arrogante prima donna y extravagante depredador sexual, lo que encontramos es a un tipo afable y comunicativo, dispuesto a contestar a todas nuestras preguntas con detenimiento mientras apura su copa y al otro lado de la puerta suena una ristra de clásicos como “Ain’t no Friend of Mine” o “Action Woman” que probablemente muy pocos recordarían a día de hoy si no fuera por él. Durante su charla con nuestra redactora Olivia LH, el cantante habla de su prueba para tocar el bajo en los Dead Boys, evoca la sana competitividad que existía entre las bandas de la escena del garage revival e incluso asegura haber inventado el grunge. Rudi Protrudi en estado puro.

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