David Nelson a la guitarra y Jerry García al pedal steel durante un concierto de los New Riders Of The Purple Sage en 1970
Aprovechando que esta semana se cumplen 40 años de la edición del imprescindible disco de Old & In The Way estrenamos nuestra nueva sección Top 5 recordando cinco proyectos de Jerry García al margen de los Grateful Dead. Su rol como guitarrista y líder espiritual de los Dead es de sobras conocido, como también lo es su trayectoria en solitario y al frente de la Jerry García Band, pero García siempre fue un músico inquieto y polifacético, en búsqueda constante de nuevas vías de expresión musical. Esta hiperactividad le llevó a embarcarse en una gran variedad de proyectos que compatibilizó con su carrera principal y con los que se sumergió en distintos géneros y lenguajes musicales. Estos proyectos y colaboraciones son una clave importantísima para entender la personalidad del guitarrista ya que ponen de manifiesto su amplitud de miras, su imponente variedad de registros y, en definitiva, su devoción absoluta y pasión incondicional por la música.
1. Howard Wales & Jerry García – Hooteroll? (1971)
A finales de 1968, Jerry García empezó a dejarse caer por las jam sessions que se organizaban los lunes por la noche en el club The Matrix de San Francisco. El director musical de estas sesiones era el organista Howard Wales, un enamorado del jazz más expansivo que a lo largo de los sesenta había participado en sesiones de grabación para artistas como James Brown, Ronnie Hawkins o los Four Tops. Fue en estos improvisados conciertos donde García conoció al que sería su principal compinche en su carrera en solitario durante más de 20 años: el bajista John Kahn. En una entrevista de 1991, García recordó cómo Wales lideraba a los músicos del Matrix a través de complejas exploraciones musicales sin dar demasiadas indicaciones: “Simplemente llegábamos, nos enchufábamos y empezábamos a tocar. Como a mitad del set solía acercarme a John y le preguntaba ‘Eh tío, ¿en qué tono estamos?’ Howard no se guiaba por tonalidades ni nada de eso, simplemente tocaba”.
En 1970 Wales participó en las sesiones del clásico de los Dead American Beauty y al año siguiente entró al estudio junto con Kahn, García y otros futuros colaboradores habituales de este último como el batería Bill Vitt y el saxofonista Martin Fierro para registrar un disco que plasmara el espíritu de las jam sessions de los lunes en el Matrix. El resultado, Hooteroll? recoge siete composiciones sorprendentemente concisas de Wales que, sin llegar a perderse en extensos desvaríos instrumentales (el tema más largo no llega a los 8 minutos) evocan el espíritu jazz-funk galáctico del Miles Davis de la época (incluso el diseño de cubierta corre a cargo de Mati Klarwein, autor de la mítica portada de Bitches Brew). El órgano de Wales, amparado por una sugerente sección de vientos formada por Fierro y el trompetista Ken Balzall, se erige como protagonista principal, pero García aporta su inconfundible sonido con deliciosas líneas de guitarra que muestran su faceta más jazzística y avant-garde. Los que se queden con ganas de más pueden probar con Side Trips, Volume 1, documento de las noches del Matrix editado en 1998 con cuatro extensas jams instrumentales registradas en 1970.
2. New Riders Of The Purple Sage – New Riders Of The Purple Sage (1971)
A partir de su tercer disco Aoxomoxoa, de 1969, los Grateful Dead empezaron a introducir influencias muy pronunciadas de la música country en su sonido y Jerry García se empezó a interesar por el pedal steel. Con la intención de dar salida a su pasión por este instrumento, García se unió a dos antiguos amigos de la escena folk de Menlo Park de principios de los sesenta, David Nelson y John “Marmaduke” Dawson para formar los New Riders Of The Purple Sage en el verano de 1969. La formación original de la banda incluía a otros dos miembros de los Grateful Dead: el batería Mickey Hart y el bajista Phil Lesh (aunque este pronto sería reemplazado por Dave Torbert). Los New Riders giraron junto a los Dead en la segunda mitad de 1970 como parte del programa “An Evening with The Grateful Dead”, una serie de maratonianos conciertos formados por un set acústico y otro eléctrico de los Dead con un tercer pase a cargo de los NRPS entre medias.
A finales de ese mismo año, los New Riders grabaron su primer disco homónimo en los estudios de Wally Heider en San Francisco. Por entonces Spencer Dryden de Jefferson Airplane había ocupado el puesto de Mickey Hart, aunque este aparece en un par de temas. El disco, formado enteramente por composiciones de Dawson, es uno de los grandes clásicos del country rock de la época, con un sonido añejo y melancólico al tiempo que ácido y jubiloso que canaliza el twang de Bakersfield a través de la psicodelia de Haight Ashbury en canciones como “Glendale Train”, “Portland Woman” o esa oda a la marihuana que es “Henry”. El momento álgido es probablemente la lisérgica “Dirty Business” con Jerry desintegrando su pedal steel a base de fuzz mientras Marmaduke narra un inquietante western crepuscular. García abandonaría los New Riders en 1971 explicando que el pedal steel es un instrumento tan complicado que requiere toda una vida para conseguir dominarlo por completo, un tiempo del que él carecía dados sus múltiples compromisos con los Grateful Dead. Aun así la banda siguió adelante con gran éxito, sustituyendo a Jerry por Buddy Cage y editando álbumes capitales de la música cósmica americana como Powerglide (1972) y The Adventures Of Panama Red (1973).
3. Saunders/García/Kahn/Vitt – Live At Keystone (1973)
En 1971 Jerry conoció al organista Merl Saunders en una jam session en el Matrix de San Francisco y ambos se convirtieron en inseparables. A lo largo de los cuatro años siguientes García participaría en dos discos de Saunders (Heavy Turbulence de 1972 y Fire Up de 1973), el organista se subiría al escenario con los Grateful Dead y los dos actuarían juntos cada vez que Jerry tenía un hueco entre giras de los Dead, formando la que se considera la primera formación de la Jerry García Band, conocida como la Saunders/García Band, junto a John Kahn y Bill Vitt.
Este doble LP recoge fragmentos de dos conciertos en el club Keystone de Berkeley en julio de 1973 y sirve de testimonio perfecto de la amplia e imprevisible paleta sónica que manejaba el cuarteto. En un ambiente íntimo y distendido y ante un público muy reducido, García, Saunders, Kahn y Vitt se sacan del sombrero un repertorio muy dispar que abarca desde temas de Bob Dylan (una sobrecogedora “Positively 4th Street”) hasta instrumentales de funk abrasivo (la inicial “Finders Keepers”) e improvisadas jams psicodélicas, visitando entre medias el cancionero de Elvis, Lightnin’ Hopkins o Jimmy Cliff (maravillosa la versión de “The Harder They Come”) y extendidas lecturas de estándares como “My Funny Valentine” o “Like A Road”. Los cuatro instrumentistas se muestran en estado de gracia, con un Jerry muy relajado que parece estar pasándoselo en grande al margen de las presiones de su banda principal y Saunders ofreciendo la réplica perfecta con su irresistible Hammond B-3. Mención especial merece el trabajo de John Kahn, un bajista con un estilo totalmente opuesto al de Phil Lesh pero con un gusto absolutamente impecable. Tras varias ediciones en cd, los dos conciertos del Keystone se editaron por primera vez completos en 2012 bajo el título Keystone Companions: The 1973 Recordings. En 1974 esta misma formación, con Ron Tutt sustituyendo a Vitt a la batería y el saxofonista Martin Fierro, pasaría a llamarse Legion Of Mary, dando inicio a una de las bandas más interesantes a la vez que efímeras de la carrera de García, con un repertorio que amalgamaba funk, rock y reggae con una inclinación especialmente jazzística.
4. Old & In The Way – Old & In The Way (1975)
Jerry García siempre fue un enamorado de la música tradicional norteamericana. Inició su andadura musical a principios de los sesenta como guitarrista de folk y desde entonces nunca dejó atrás esa pasión, que directa o indirectamente quedó plasmada en toda su obra. Sin embargo, nunca se metió tan de lleno en el sonido más puro de los montes Apalaches como al formar esta suerte de supergrupo de bluegrass a mediados de 1973. Old & In The Way fue un quinteto acústico formado por García al banjo, su buen amigo David Grissman a la mandolina, Peter Rowan (compañero de Grissman en los infravalorados Earth Opera) a la guitarra, el célebre padre del hillbilly-jazz Vassar Clements al violín y John Kahn al contrabajo que actuó en clubes y cafés de la Costa Oeste entre 1973 y 1974.
Este primer y único disco de la banda fue grabado durante su concierto del 8 de octubre de 1973 en el Boarding House de San Francisco por el mítico Owsley Stanley, aunque no se editó hasta febrero de 1975. Los 10 temas que lo forman incluyen composiciones de Rowan (“Panama Red”), Grissman (“Old and in the Way”) y Clements (“Kissimme Kid”), canciones tradicionales como “Pig in a Pen” y una preciosa versión del “Wild Horses” de los Rolling Stones en clave hillbilly. El trabajo de García al banjo en temas como “The Hobo Song” es impresionante aunque sus cuatro compañeros no se quedan atrás y demuestran ser auténticos virtuosos. La interacción entre los cinco músicos es impecable y realmente consigue recrear ese espíritu añejo de la música tradicional del Grand Ole Opry, mientras que las armonías vocales de García, Grissman y Rowan ponen los pelos de punta. Tras la disolución del grupo, García y Grissman siguieron colaborando esporádicamente hasta la muerte del primero y editaron una serie de discos muy interesantes a principios de los noventa. Por su parte, este Old & In The Way ostentó el título de disco de bluegrass más vendido de la historia durante más de 25 años, hasta que la banda sonora de O Brother! se lo arrebató en 2001.
5. Colaboraciones
Además de las numerosas bandas y proyectos de los que formó parte, Jerry García también participó como invitado en numerosos trabajos de otros artistas a lo largo de sus más de 30 años de carrera. Una de sus apariciones más recordadas es el solo de pedal steel de la canción “Teach Your Children” del segundo disco de Crosby, Stills, Nash & Young, Déjà Vu, publicado en 1970. La leyenda cuenta que García grabó el famoso solo a cambio de que Crosby diera a los Dead unas clases prácticas de armonización vocal de cara a la grabación de Workingman’s Dead. Sea como fuere, lo cierto es que la relación entre Jerry y CSNY no acabó ahí. El guitarrista fue una pieza clave en las sesiones de grabación del maravilloso primer trabajo en solitario de David Crosby If I Could Only Remember My Name (escucharle intercambiar solos con Neil Young en “Cowboy Movie” sigue provocando escalofríos) y también apareció en los créditos del Songs For Beginners de Graham Nash y de Stills II de Stephen Stills (aportando un precioso arreglo de, una vez más, pedal steel al clásico “Change Partners”).
Pero la lista de colaboraciones de García no se limita al entorno de CSNY. El barbudo guitarrista aportó su inconfundible tono a trabajos tan variopintos como Volunteers de Jefferson Airplane (con quienes ya había trabajado ayudándoles con los arreglos de sus dos mayores éxitos “Somebody to Love” y “White Rabit” en 1967, lo cual le valió un crédito como “Musical and spiritual advisor” en el clásico Surrealistic Pillow), Excalibur de Tom Fogerty (el segundo álbum en solitario del ex–Creedence, grabado en 1972 con la Saunders/García Band al completo como grupo de acompañamiento), o Virgin Beauty del saxofonista pionero del free jazz Ornette Coleman (todo un sueño cumplido para García, que participó en tres temas de este álbum de 1988 de uno de sus grandes ídolos). Y esto por destacar tan solo tres títulos, ya que la lista es bien amplia y sigue con nombres como Brewer & Shipley, It’s A Beautiful Day, Warren Zevon, Bruce Hornsby…
Mientras redactaba este artículo recibí la noticia de que Jerry García y su inseparable Robert Hunter serán inducidos en el Songwriters Hall Of Fame en la ceremonia anual de 2015, que se celebrará el próximo 8 de junio en Nueva York. Otros premiados incluyen nombres como Cindy Lauper y la estrella del country más hortera Toby Keith con lo que no estoy muy seguro de hasta qué punto se trata de un honor, pero aun así, allá donde estés, felicidades Jerry.
Shakin' Street 