45 años de Altamont: El infierno está a un disparo de distancia

Stones Jagger And  Richards  Eye  Hells Angels At Altamont

El pasado 6 de diciembre se cumplieron 45 años de un acontecimiento grabado a fuego en la historia del rock and roll por la enorme carga simbólica que acarrea. El festival de Altamont, que puso fin a la gira norteamericana de 1969 de los Rolling Stones, tuvo unos efectos tan demoledores como heterogéneos. Para los propios Stones Altamont significó la consolidación definitiva de la leyenda negra que les ha perseguido a lo largo de toda su carrera, para el joven Meredith Hunter supuso la muerte a puñaladas a manos de los Hell’s Angels, y para toda una generación señaló el violento desenlace de un sueño que había durado varios años; del ideal que aseguraba que era posible construir un mundo mejor a través del amor, la paz y la música.

Altamont es un tema que se ha tratado tan a menudo y desde tantas perspectivas que en ocasiones resulta complicado diferenciar el mito de la realidad. Casi medio siglo después, los sucesos de aquella noche siguen envueltos en un halo de misterio que dificulta la posibilidad de entender cómo un festival que debía haber sido una gran celebración pacífica acabó por convertirse en una pesadilla de violencia e irracionalidad. Lo que parece claro es que lo que aconteció aquel 6 de diciembre de 1969 fue el resultado de un cúmulo de desdichas y malas decisiones que se fueron encadenando hasta degenerar en el caos más absoluto. Partiendo de esa premisa, este artículo intentará, si no explicar, al menos ordenar los hechos que llevaron a la locura de esa noche en la que se firmó el acta de defunción de la Era de Acuario.

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